'CONTRADICCIONES DE LA MANIPULACION DE LAS IDEAS DE WOJTYLA'

Angel C. Correa

(Abogado chileno, creador y editor del sitio web
'Karol Wojtyla, Filósofo Tomista'
www.karolwojtylafilosofo.com)


   El presente trabajo es complementario de mi escrito 'El Proceso de Falsificación de la Filosofía de Karol Wojtyla', [1] donde demostré, sin lugar a la menor duda, que el cambio del significado del concepto polaco «sprawczość» de «eficacia» a «operatividad» – establecido en la traducción italiana 'Persona e atto' de 1999 y acogido en la traducción española 'Persona y Acción' de Ediciones Palabra, 2011 –, implica una transformación radical de la perspectiva filosófica propia de Wojtyla.

   Aquí presentaré algunos casos específicos de contradicciones que demuestran que tal intento sólo consigue transformar la traducción al español 'Persona y Acción', de Ediciones Palabra, en un libro plagado de incoherencias que ponen en tela de juicio la reconocida jerarquía intelectual de su autor.

   Ante todo, detengámonos en la explicación que nos dan los editores de "Persona y Acción' de dicho cambio de significado de la palabra polaca «sprawczość».

"… utilizamos la palabra «operatividad» para traducir el término polaco «sprawczość», que podríamos definir como la capacidad por la que alguien puede ser autor o causante de un efecto". (PyA, pag. 59)

   Nótese bien: aquí se ha decidido usar la palabra «operatividad» – que significa «actividad» – para traducir una palabra que significa precisa y específicamente «eficacia» o poder de la persona: la propiedad de su naturaleza humana que la habilita para ser «autor» («sprawca», en polaco) de sus actos.

   En otras palabras, esta explicación de 'Persona y Acción' no vacila en reconocer explícitamente que está traduciendo un concepto fundamental de Wojtyla con un significado que le es absolutamente contrario. Algo así como traducir «efecto» por «causa» o negro por blanco.

   He aquí algunos casos específicos que ponen en evidencia las contradicciones a que esto da lugar. En ellos se da por supuesto que la traducción de 'Persona y Acción' sería correcta si en lugar de «operatividad» hubiese usado el concepto de «eficacia». El énfasis en «operatividad», con el original polaco y su significado correcto al lado, destaca el error del cambio.

1. ¿Cómo se concreta en el libro este criterio de traducción?

   El original polaco: 'Osoba i Czyn' [2] incluye cuatro veces la palabra «sprawczość» en el primer párrafo de la página 192, el que en 'Persona y Acción' ha sido traducido como sigue:

   "El momento de la creatividad, que corre parejo con el momento de la ACTIVIDAD (– sprawczośći = «eficacia» –), con la vivencia de la ACTIVIDAD (– sprawczośći = «eficacia» –) que constituye la estructura objetiva «el hombre actúa», evidencia más aún el papel rector de la ACTIVIDAD (– sprawczośći = «eficacia» –) respecto a la totalidad del dinamismo del hombre. La propia ACTIVIDAD (– sprawczość = «eficacia» –) es algo dinámico; más aún, constituye la cumbre del dinamismo del hombre." (PyA, pag 126)

   Nótese bien: en lugar de traducir, como se ha dicho, «sprawczość» como «operatividad», se ha traducido como «actividad», lo que implica un doble reconocimiento explícito: primero, confirma que «actividad» es el sinónimo natural de «operatividad» y, segundo, reafirma que tal es el significado específico que se le ha asignado en el libro.

   Todo esto deja a la vista que se trata nada más que de un 'injerto' de la palabra «operatividad» («actividad») – en remplazo de «eficacia» –, cuyo único resultado es quebrar el sentido del discurso filosófico de Wojtyla.

2. Importancia del concepto polaco sprawczość («eficacia»).

   Karol Wojtyla presenta la importancia de este concepto a partir de la distinción entre el «sujeto de la acción» y la «acción del sujeto». Y nos dice:

"A la vez que examinábamos el tema del suppositum hemos entrado decididamente en el análisis del «sujeto de la acción». Queremos continuar aún en este análisis, para descubrir de algún modo las raíces más profundas del dinamismo del hombre, y en particular la OPERATIVIDAD (– sprawczość = «eficacia» –), porque ella es la clave para comprender la relación «persona-acción». (PyA, pag. 132

  Nótese bien: Wojtyla ha dejado claramente establecido que el tema de su exposición es un análisis del «sujeto» en el que se reside el «dinamismo del hombre», el que, a su vez, tiene como elemento principal la «eficacia»

   En cambio, el uso de «operatividad» destruye la lógica de ese análisis, primero, porque la «actividad» no forma parte del dinamismo humano, sino que es su consecuencia, y, segundo, porque ese no es el tema de que está hablando Wojtyla

3. ¿Cómo reconoce el hombre su eficacia

   Aquí está en juego la reflexión interior de la persona frente al hecho de su actuación

"El que actúa teniendo la vivencia de sí mismo como «agente», por eso mismo se encuentra en el inicio de su acción. El acto en cuanto tal le pertenece a él en el ser, él lo inicia y lo hace existir. Ser causa significa originar el nacimiento y la existencia del efecto, su 'fieri' [dinamismo] o su 'esse' [existencia]. Así que el hombre es causa de su obrar de un modo plenamente experimental. Aparece de modo vivencial una relación causal entre la persona y la acción, lo que provoca que la persona, es decir, cada «yo» humano concreto advierte que la acción es un efecto de su «OPERATIVIDAD» (– sprawczość = «eficacia» –)…" (PyA, pag. 121

   ¿Qué hace aquí la palabra «operatividad» como "causa" de la acción? ¿No está destinada precisamente a eliminar la idea de causalidad implícita en «eficacia»?

   Nótese bien: no obstante que Wojtyla insiste aquí en la «causalidad del sujeto», al que nombra como «agente», «hombre», «persona», «'yo' humano concreto», el uso de «operatividad» lo hace concluir un absurdo: la acción es un efecto, no del «sujeto», sino de la «actividad del sujeto», o sea, un efecto de sí misma.

4. "… la «eficacia», o sea, la «causalidad» propia de la persona…"

   Wojtyla está hablando aquí de que la persona es la causa eficiente del bien y del mal moral de sus actos. Y nos dice

"El hombre llega a ser «alguien» o «alguno», ante todo por sus acciones, por su actividad consciente. Porque esta forma de 'fieri' (dinamismo) humano presupone la «OPERATIVIDAD» (– sprawczość = «eficacia» –), o sea, la causalidad específica de la persona." (PyA, pag. 162)

   Nótese bien: este párrafo deja al descubierto que, no obstante eliminar el concepto de «eficacia» y reemplazarlo por «operatividad», no se logra cambiar el hecho objetivo de que Wojtyla está hablando de la «causalidad de la persona» y no de la «actividad de la persona».

   A eso cabe agregar que cuando dice que "el dinamismo humano presupone la operatividad", está diciendo que LA PERSONA PRESUPONE LA ACCION, lo que es absolutamente contrario a lo que dice Wojtyla.

"La acción es indudablemente una actividad. Una actividad puede ser causada por diversos agentes; pero, en cambio, la actividad que llamamos «acción» no se puede atribuir en sentido estricto a ningún otro agente más que a la persona. Por tanto, LA ACCION PRESUPONE A LA PERSONA". (PyA, pag. 42)

   Es precisamente esta diferencia filosófica esencial la que separa tajantemente a Wojtyla de los intentos – implícitos en esta manipulación de sus escritos – de hacerlo aparecer como fenomenólogo.

   Interesa destacar a este respecto, que las contradicciones descritas precedentemente ya han sido reconocidas – por cierto que desde un ángulo completamente diferente – por el propio editor de 'Persona y Acción' de Ediciones Palabra, Profesor Juan Manuel Burgos, cuando nos dice:

   "Si nos atenemos en primer lugar a las opiniones o actitudes de Wojtyla, es evidente que no desprecia ocasión de elogiar a Tomás de Aquino y su doctrina, y se presenta en numerosas ocasiones como discípulo y seguidor suyo… Esta actitud no obsta, sin embargo, para que esos elogios estén acompañados por muchas críticas, comentarios y propuestas de rectificación. En este sentido, tampoco tiene reparos en reconocer su deuda o identificarse con posiciones fenomenológicas (realistas) y personalistas. Esta actitud «bidireccional» llega incluso, en algunas ocasiones, a dar la impresión de cierta ambigüedad calculada de tipo «político» que busca evitar confrontaciones abiertas y quedar a bien con todos. Así se explicaría, en efecto, por qué, al analizar una cuestión, comienza generalmente concediendo un valor básico a las posturas tomistas (con lo que evita las críticas de este sector), pero luego procede a una enunciación de su auténtica posición que, con frecuencia, se separa sustancialmente de las anteriores ya que son de tipo fenomenológico-personalista (con lo cual este sector de opinión queda a su vez satisfecho). Y porque alguna otra vez expone las mismas doctrinas – sin renunciar, eso sí, a los puntos que considera centrales – en una formulación más tomista o más personalista según el público al que se esté dirigiendo. [nota 53]." [3]

   Al margen de que esta descripción del profesor Burgos plantea serias dudas sobre la integridad intelectual y moral de Wojtyla – al presentarlo como un pensador incapaz de ponerse de acuerdo consigo mismo, dispuesto a asumir posturas oportunistas para dejar contentos a moros y cristianos –, vale la pena detenernos en la nota que agrega al final de la cita:

   "Nota 53: En ese sentido resulta paradigmático el artículo 'La estructura general de la auto decisión' (K. Wojtyla, El hombre y su Destino [4]), porque contiene un resumen muy preciso de 'Persona y Acción', pero en un lenguaje muy tomista que sorprende, ya que no corresponde a su vocabulario habitual. Pero si se investiga cuál es el origen de ese artículo se descubre que es un texto preparado para un Congreso con motivo del VII Centenario de santo Tomás de Aquino."

   Aquí hace falta un conocimiento objetivo de la realidad. La participación de Karol Wojtyla en el mencionado Congreso Tomista de 1974, fue la primera vez que se refirió, fuera de Polonia, a su libro 'Osoba i Czyn' (Persona y Acción) de 1969, cuando prácticamente nadie lo conocía por no tener traducciones a ningún idioma y porque, de hecho, él mismo era un filósofo desconocido. Allí dio cuenta incluso de los debates provocados en Polonia por su publicación y aclaró muchos puntos al respecto. Además, esa presentación tiene el mérito de haber sido el primero de sus estudios antropológicos «complementarios» de 'Osoba i Czyn', presentados en los años inmediatamente precedentes a su elección papal y reunidos en la tercera edición polaca, 'Persona y Acción y otros estudios antropológicos' de 1994, que ofrece una visión integral de la antropología de Wojtyla.

   Naturalmente, en esas circunstancias, nadie se hubiera sorprendido de que Wojtyla dispusiese de un "vocabulario habitual" único: el de su idioma natal polaco en que escribió sus obras filosóficas. En cuanto a que ese vocabulario parezca "muy tomista" bien puede deberse a que efectivamente lo es, sobre todo si se aprecia en la objetividad del contexto histórico intelectual de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Lublin que él mismo Wojtyla contribuyó a definir como «tomista existencial».

   Otra cosa muy distinta es pretender apreciar esa contingencia histórica desde un punto de vista a posteriori, lejano en el tiempo y, peor aún, bajo la influencia del clima de "apetitos intelectuales" surgido bajo el impacto de la ascensión repentina del desconocido filósofo polaco a la condición de líder religioso mundial. Fue en tal contexto que surgieron quienes, con propósitos solapados, han tratado de «apropiarse» de Wojtyla a conveniencia, mediante el uso y abuso de traducciones tendenciosas y de interpretaciones arbitrarias de su filosofía.

   Eso, que comenzó con la traducción al inglés 'The Acting Person' de 1979, ha alcanzado su cúspide con la traducción italiana 'Persona e atto' de 1999 – que está en la raíz de 'Persona y Acción' –, que ha superado todos los límites al falsificar de mala fe el «lenguaje» de Wojtyla.

   Ese es, precisamente, el cáncer que destruye la coherencia interna del libro 'Persona y Acción' de Ediciones Palabra, 2011.

NOTAS

1 http://www.karolwojtylafilosofo.com/4p-4.7.html
2 K. Wojtyla. 'Persona e atto'. Testo polacco a fronte. Bompiani. 2005.
3 Juan Manuel Burgos, 'La Antropología Personalista de Persona y Acción' en 'La Filosofía Personalista de Karol Wojtyla'. Ediciones Palabra S.A., Madrid, 2011, page 138.
4 K. Wojtyla, 'El Hombre y su Destino. Ensayos de Antropología Filosófica'. Ediciones Palabra, Madrid, 1998, página 171.